El pollo guisado es de esas recetas que evocan hogar desde el primer hervor. Tradicional en muchas cocinas latinoamericanas, su preparación lenta y llena de sabor convierte ingredientes sencillos en un plato profundo, reconfortante y lleno de tradición.
Jugoso, tierno y con una salsa espesa cargada de especias, verduras y aromas, este plato se adapta fácilmente a diferentes estilos, desde los más caseros hasta versiones con un toque gourmet. Ideal para acompañar con arroz blanco, papas, plátano maduro o lo que dicte el antojo del momento.
INGREDIENTES
1 pollo entero, cortado en trozos
1/4 taza de panella líquida
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla picada
2 dientes de ajo picados
1 cucharadita de comino molido
1 cucharadita de pimienta negra molida
2 tazas de caldo de pollo
2 hojas de laurel
2 tomates picados
Preparación
Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio-alto.
Agrega la cebolla y el ajo y cocina hasta que estén suaves y fragantes.
Agrega el pollo y cocina hasta que esté dorado por todos lados.
Agrega la panela líquida, el comino, la pimienta negra, la sal, el caldo de pollo y las hojas de laurel.
Lleva la mezcla a ebullición, luego reduce el fuego a bajo y cocina durante 30-40 minutos, o hasta que el pollo esté cocido y la salsa esté espesa.
Agrega los tomates picados, si los estás utilizando, y cocina durante otros 10-15 minutos.
Sirve el pollo guisado con panella líquida caliente, acompañado de arroz, papas o verduras.
